Lógicas



¿Existe el tiempo?


El tiempo es nuestro régimen, vivimos bajo sus dictaduras. Hasta podría superar el rol de propietario legitimo que tenemos sobre nuestras vidas. ¿Qué sería de una sociedad sin tiempo? Desconcierto, mescolanza, pandemónium. La paradoja es que nadie puede afirmar con veracidad qué es el tiempo, sólo lo asumimos. Sabemos cómo funciona pero no lo definimos. Su naturaleza real sigue siendo un concepto intangible. Del mismo modo que el espacio impide que todo suceda en el mismo sitio, el tiempo impide que todo suceda a la vez. Pero el espacio es manifiesto, lo reconocemos como todo lo que nos rodea. Es el medio que contienen todas las extensiones finitas. El tiempo por su lado es incorpóreo, como un ser supremo omnipotente.


No vemos el paso del tiempo. Percibimos las divergencias entre nuetras experiencias y nuestros recuerdos como tiempo. En terminos técnicos el pasado ya no existe, no es más real que nuestra imaginación. Tampoco el futuro, ya que no ha sucedido. Todo lo que es "real" es un punto entre el pasado y el futuro al que llamamos presente, que puede ser un segundo, minuto, día... Aunque el presente es relativo. Desde el preciso momento en el que actuamos o pensamos es pasado porque el tiempo es infinito, puede ser dividido cientos de veces, años, meses, dias, horas, minutos, segundos, milesimas de segundo, millonesimas de segundo y así infinitamente. Por lo tanto hagas lo que hagas todo es pasado, incluso "esta" palabra es pasado, porque ya la leíste. Pero el pasado tiene lugar en nuestra mente como un recuerdo. No es más real que nuestra imaginación.



Dividimos el tiempo entre pasado, presente y futuro. El presente es pasado y el pasado es entelequia al igual que el futuro. Después de todo, Platón creía que el tiempo era una ilusión.


























Strictia 


En un ocaso los arreboles me preguntaron "¿cómo crees que pasaríamos nuestros días si estos no se contaran?" - Un poco más libres- contesté, en ademán de reflexión. Viviríamos en el presente y no nos hundiríamos en la nostalgia y melancolía de días pasados porque cuando no se cuentan minutos, horas ni días todo de experimenta simplemente como una secuencia de eventos aleatoria e incesante. ¿El futuro? El futuro no existe. Sin medición del tiempo no hay futuro, sin futuro no hay angustia ni prevención. ¿Qué voy a hacer cuándo sea grande? Pura mierda, hagamos lo que el momento dicte. Ese es el pensamiento de aquel que desconoce la idea del tiempo; los años, días, horas… Sí, un poco más libre. Viviendo como se sienta y cuando lo sienta. Un poco menos viejo, menos joven. Todo en desorden. Volveríamos a ser niños, cuando habitualmente preferíamos esos espacios aleatorios donde habitaba el desuso y un caos maravilloso resultando en creatividad. Nos cautivaban esos lugares que no habían sido pensados ni ordenados porque encontrábamos algo inconcluso que motivaba la fantasía y el ensueño. Volveríamos a esa inocencia que eventualmente se pierde con la conciencia. Sin ambición. Solo el deseo de vivir el momento. La pasión… Levanté la mirada, el cielo ya se encontraba desfigurado por la oscuridad y bajo la bóveda de la noche desvaneció, junto con los arreboles moribundos, mi bosquejo de un mundo idóneo. 

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